Superalimentos, ¿son necesarios?

Superalimentos, ¿son necesarios?

La moda de los superalimentos se está expandiendo rápidamente y cada vez son más las marcas de productos de este tipo que podemos encontrar en tiendas especializadas. Estos productos se caracterizan a menudo por su procedencia exótica pero también por su precio elevado; y muchos los consideran una parte fundamental de una alimentación saludables. Sin embargo ¿son los superalimentos realmente necesarios?

¿Qué son los superalimentos?

La verdad es que no existe una definición regulada de lo que es un superalimento. Esto implica que cada uno pueda interpretar este concepto más o menos como quiera. Por lo general, se definen como alimentos muy densos en nutrientes, a los que se les atribuyen numerosas propiedades y beneficios.

Algunos ejemplos de superalimentos y sus principales propiedades son:

  • Açai: bayas ricas en antioxidantes y omega 3. Se comercializa en forma de polvo.
  • Semillas de chia: ricas en omega 3, calcio y fibra. Aportan mucha energía. (Puedes leer más sobre las semillas chia y sus propiedades aquí).
  • Semillas de cáñamo: excelente fuente proteica vegetal pues contienen los 9 aminoácidos esenciales. Ricas en omega 3.
  • Té Matcha: antioxidante y rico en vitaminas.
  • Bayas de Goji: contribuyen a reforzar el sistema inmune.
  • Maca: para combatir el estrés y el cansancio y contribuyen al equilibrio hormonal. (Puedes leer más sobre la maca aquí).

Superalimentos vs comida real

Estos superalimentos es cierto que tienen muchas propiedades y su consumo puede aportar beneficios a nuestra salud; pero no significa que sean 100% necesarios para llevar una buena alimentación. La realidad es que una alimentación saludable no tiene por qué basarse en productos caros, con nombres raros y que apenas sabes cómo incorporar en tu día a día.

Si consideramos un superalimento como un alimento con una alta densidad nutricional, nos damos cuenta que no es necesario irnos a estos productos extraños; y que utilizar este término solo lleva a la gente a error, pues se hace creer que sus propiedades son milagrosas, cuando podemos obtener las mismas de muchos otros alimentos.

La verdad es que puede que estés incluyendo en tu alimentación ya una gran variedad de “superalimentos”, como puede ser brócoli, ajo, cebolla, nueces, arándanos, manzana… todos ellos con un alto valor nutricional. Muchos alimentos reales que ya puedes tener en la nevera son al final igual de poderosos que los que se comercializan como superalimentos; solo que no se les da tanta importancia porque con los otros se hace más negocio.

Superalimentos, ¿son necesarios en una buena alimentación?

El consumo de superalimentos es completamente optativo y debería adecuarse a nuestras condiciones. Como base, la alimentación debería ser simple y fácil para que sea sencillo incorporar hábitos saludables y adherirse a ellos. Si sabes cómo consumir estos productos y puedes permitírtelos, perfecto. Pero recuerda, su función debería ser COMPLEMENTAR una alimentación saludables, no compensar una mala. Si, por el contrario, no puedes permitírtelos o no tienes ni idea de qué hacer con ellos, da absolutamente igual. Céntrate en incorporar alimentos de verdad a tu alimentación y los beneficios serán los mismos.

El caso es que los superalimentos no tienen nada de malo, el problema viene cuando pensamos que incluir estos productos va a arreglar una mala alimentación. Y no es así. Tampoco van a convertir un producto ultraprocesado al que se le añadan en saludable. Y, por supuesto, hay que recordar que aunque sean beneficiosos, no tienen más propiedades milagrosas que las que tiene un plato de lentejas.

En resumen, los superalimentos pueden formar parte de una alimentación saludable, pero no son necesarios, y mucho menos, imprescindibles.

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