Muchas enfermedades que prevalecen hoy en día como son el cáncer, las enfermedades coronarias, Diabetes, obesidad, artritis, depresión o Alzheimer, tienen en muchos casos un mismo factor común: la inflamación interna. Ya explicamos en este blog qué era la inflamación interna y por qué aparecía. Entre otras, vimos que una de las principales causas de esta era la alimentación. Un factor con mucha importancia, porque al contrario que otros, nosotros lo controlamos día a día con nuestras decisiones alimentarias. Y con algo tan simple como cambiar la alimentación y seguir una dieta rica en alimentos antiinflamatorios y limitar la presencia de aquellos que favorecen la aparición de inflamación, pueden verse algunas mejorías. Pero ¿cuáles son estos alimentos?
Alimentos antiinflamatorios
Por lo general, los alimentos considerados como antiinflamatorios suelen ser ricos en nutrientes, antioxidantes, omega 3 o fibra, todos útiles para ayudar a combatir la inflamación. Aunque existen más, estos son algunos ejemplos:
- Tomates: contienen licopeno, un antioxidante muy potente.
- Aceite de oliva virgen extra: rico en Omega 3.
- Vegetales de hoja verde como espinacas y kale: ricos en antioxidantes, flavonoides, vitaminas y minerales.
- Frutos secos como nueces y semillas como chia y lino: ricos en Omega 3.
- Pescados grasos como salmón, caballa, atún o sardinas: ricos en Omega 3.
- Frutos del bosque: ricos en antioxidantes como quercitina y antocianinas y polifenoles. También otras frutas como naranjas, piña y manzanas.
- Apio: rico en antioxidantes, vitaminas y potasio.
- Remolacha: rica en antioxidantes, potasio y magnesio.
- Brócoli: rico en potasio y magnesio, vitaminas, flavonoides y carotenoides.
- Especias como cúrcuma y jengibre: el componente principal de la cúrcuma es la curcumina, que es un fuerte antiinflamatorio.
Alimentos inflamatorios
Por otro lado, los alimentos pro-inflamatorios suelen ser pobres en nutrientes, altamente procesados, que elevan los niveles de glucosa e insulina en sangre o muy ricos en Omega 6 (ya vimos que lo ideal es que los niveles de Omega 3 y Omega 6 sean parecidos, pero que mucho Omega 6 causa inflamación). Según la Harvard Medical School, estos serían los alimentos pro-inflamatorios que deberíamos tratar de reducir al máximo:
- Carbohidratos refinados como pan blanco, harinas blancas, bollería industrial.
- Comidas fritas como patatas fritas.
- Refrescos azucarados o edulcorados.
- Carnes procesadas y exceso de carne roja.
- Aceites vegetales como de girasol o canola, que están altamente refinados y son ricos en Omega 6.
Como siempre, no sería correcto valorar si un alimento es saludable o no por una propiedad o nutriente concretos. Sin embargo, como has podido ver, una alimentación antiinflamatoria estaría basada en alimentos reales donde predominen las verduras, frutas, legumbres, cereales integrales, pescado, frutos secos y semillas; mientras que una alimentación pro-inflamatoria sería una en la que abundasen los productos ultraprocesados e insanos todo esto no significa que acompañando un plato de patatas fritas con una ensalada de tomate las propiedades antiinflamatorias de uno contrarresten las inflamatorias del otro).
Aunque al principio de esta entrada he comentado que seguir este tipo de alimentación podría aportar beneficios a quienes sufren de ciertas patologías, la verdad es que todos nos beneficiaríamos de seguir este tipo de alimentación.