Esta receta de coliflor con garbanzos crujientes y tahini es un plato fácil de preparar, muy nutritivo y que combina una variedad de sabores y texturas. Por un lado tenemos la coliflor al horno tierna; por otro los garbanzos crujientes especiados, con un toque un poco picante del curry; y para finalizar, la suavidad y toque agrio de la salsa de tahini. Todo ello combina a la perfección y hace una receta espectacular.
El tahini es una pasta que se obtiene al triturar las semillas de sésamo hasta que comienzan a soltar su propio aceite para aportarle esa consistencia (igual que ocurre con las cremas de frutos secos). Al igual que las semillas de las que procede, es una gran fuente de calcio. Podemos encontrar tahini natural o tostado. Yo encuentro que el tostado tiene mejor sabor, además de que la textura es mucho más agradable.
- 1 coliflor
- 1 cucharadita ajo en polvo
- ½ cucharadita pimienta
- Pizca de sal
- Aceite de oliva virgen extra
- 400 gr de garbanzos crujientes
- SALSA
- 1 diente de ajo
- Jugo de ½ limón
- 2 cucharadas tahini
- 1 cucharada yogur natural
- Agua
- Comenzamos cortando la coliflor en arbolitos y colocándola sobre una bandeja para el horno. Espolvoreamos con el ajo en polvo, la pimienta y la sal y rociamos con un chorrito de aceite de oliva y removemos bien hasta que toda la coliflor esté cubierta. Introducimos en el horno a 200ºC durante 1 hora. Aprovechamos el horno para meter también los garbanzos que puedes encontrar como hacerlos aquí.
- Mientras se hace la coliflor prepararemos la salsa. Para ello picamos el diente de ajo muy fino y lo machacamos en un mortero. En un recipiente pequeño añadimos el ajo, el limón, el tahini y el yogur natural y mezclamos bien, añadiendo agua poco a poco hasta que obtengamos la consistencia deseada.
- Cuando la coliflor esté lista, servimos junto a los garbanzos y un poco de salsa de tahini por encima.
