Utilizando una picadora o un procesador de alimentos, trituramos la avena y las almendras y añadimos el aceite de coco, la crema de almendras y la canela. Mezclamos todo hasta que tenga una consistencia como de arena mojada.
Forramos con papel vegetal un recipiente desmoldable y cubrimos la base con la pasta que acabamos de preparar. Con la ayuda de una cuchara aplastamos bien y refrigeramos.
En otro bol añadimos el yogur con el limón y la miel y mezclamos hasta que tenga una consistencia homogénea.
En una cazuela pequeña ponemos a calentar la leche y echamos la gelatina. Removemos hasta que la gelatina se deshaga y añadimos a los otros ingredientes del relleno y mezclamos bien. A continuación dejamos enfriar unos minutos y lo echamos sobre la base que teníamos en el frigorífico y volvemos a refrigerar. Lo dejamos reposar para que se endurezca un poco antes de continuar con la última capa.
Para la cobertura calentamos la mermelada en una cazuela pequeña y añadimos la gelatina. Removemos hasta que esta se deshaga y dejamos enfriar unos minutos antes de proceder a cubrir la superficie de la tarta. Con una cuchara ayudamos a esparcir la mermelada y que cubra toda la superficie.
Volvemos a meter la tarta en la nevera y dejamos reposar al menos un par de horas aunque en estos casos siempre es mejor de un día para otro. Al servir podemos decorar con frutos del bosque.
Recipe by Naturally Natalia at https://naturallynatalia.net/2018/09/02/tarta-de-yogur-y-mermelada-de-frambuesa/