Añadimos las espinacas a una sartén, tapamos y dejamos cocinar unos 3 minutos hasta que se ablanden.
Pasado este tiempo, retiramos las espinacas del fuego y las dejamos enfriar.
Precalentamos el horno a 180ºC
Eliminamos el exceso de agua de las espinacas y mezclamos en un bol con el queso crema, 3/4 de la mozzarella, el limón, el ajo en polvo, la pimienta y la sal.
Traspasamos a un recipiente que podamos meter en el horno (previamente untado con aceite de oliva) y añadimos por encima el resto de la mozzarella.
Horneamos durante unos 20 minutos, hasta que el queso se ablande. Por último, gratinamos unos 3 hasta que esté doradito por encima.