Hoy en día existen todo tipo de dietas milagro. En este blog ya hemos analizado la veracidad de algunas como las dietas disociadas o las dietas alcalinas y hoy le ha llegado el turno a la dieta del grupo sanguíneo. Una dieta que de nueva tiene poco y lleva rondando desde hace años y ha hecho a sus creadores millonarios (como suele ocurrir con estas dietas). Pero ¿realmente funciona la dieta del grupo sanguíneo?
¿Qué es la dieta del grupo sanguíneo?
Antes de nada hay que tener claro que lo que determina nuestro grupo sanguíneo son el tipo de proteínas presentes en los glóbulos rojos. Los del A tienen un tipo, los del B otro, los del AB tienen de las dos y los del 0 ninguna. Si entra en nuestra sangre un tipo de proteína que no corresponde a nuestro grupo sanguíneo se desencadena una respuesta inmunitaria de defensa. Por eso los del grupo 0 pueden donar a todos los otros grupos y los del AB pueden recibir de todos (aunque también hay que tener en cuenta si el RH es positivo o negativo, aquí solo estoy hablando de las proteínas).
Por los años 50, un naturópata, James D’Adamo, defendió que la diversidad de los grupos sanguíneos se debía a que estos habían ido evolucionando según el tipo de alimentación de la época. Su hijo, otro naturópata, amplió esto otorgando a cada grupo unas características y así se creó esta dieta que defiende que existe un tipo de alimentación ideal según nuestro grupo sanguíneo. De esta forma:
- Para el grupo 0, según ellos, el grupo ancestral, que surgiría en la época de los cazadores, se recomienda una alimentación basada principalmente en carnes y pescado. Puede incluir algunas frutas y verduras pero hay que limitar los cereales y las legumbres.
- Para el grupo A, el recolector-agricultor, se recomienda una dieta vegetariana, con poca presencia de carne, pero puede incluir pescado.
- Para el grupo B, el ganadero, cobran mucha importancia los lácteos. Puede incluir alimentos de los otros grupos, limitando los cereales.
- El grupo AB, al considerarse el más evolucionado, podría seguir una alimentación donde todos estén presentes.
¿Funciona la dieta del grupo sanguíneo?
Aunque sobre papel podría tener cierto sentido, no parece que tenga nada de verdad. No hay ninguna evidencia científica que respalde que nuestro grupo sanguíneo determine que lo que comemos nos pueda sentar mejor o peor.
Según este estudio, seguir algunas de las pautas dietéticas recomendadas por esta dieta puede tener beneficios sobre la salud, pero no porque se deba al grupo sanguíneo. ¿Tiene lógica, no? Una alimentación predominantemente vegetariana, como la que se propone para el grupo A, claro que tiene sus beneficios, pero los va a tener para el grupo A, el B y el 0 de igual modo.
Además, cualquiera de estas pautas, se incluyan los grupos que se incluyan, si los alimentos que se introducen son saludables, podría ser saludable. Lo que habría que demostrar para que esta dieta resultase relevante es que una alimentación que le va bien a un grupo sanguíneo a otro le va mal. No si cada grupo sanguíneo está teniendo buenos resultados con sus pautas. Y esto es lo que nunca se ha podido demostrar, por lo que no tiene validez.
A todo ello hay que añadir que ni siquiera se sabe el orden ni cuándo apareció cada tipo de grupo sanguíneo por lo que todo en lo que se basa esta teoría no está demostrado. Y, aunque se sabe que el grupo más reciente es el AB y que el B es más reciente que el A, no se sabe con exactitud si el primero en aparecer fue el 0 o el A, pero probablemente fuese el A porque el 0 parece ser una mutación del A y del B que hace que se suprima la expresión de la proteína.
Conclusión
Sigue una alimentación saludable basada en materias primas y en la que predominen los alimentos de origen vegetal y preocúpate por tu grupo sanguíneo solo cuando te vayan a hacer una transfusión.
