¿Qué es la grasa visceral? ¿Existen los ‘gordiflacos’?

¿Qué es la grasa visceral? ¿Existen los ‘gordiflacos’?

A menudo, nos obsesionamos demasiado con perder peso, ya sea por estética o porque consideramos que es sinónimo de estar saludable. Y, aunque un peso adecuado es importante para la salud, el número que aparece en la báscula, no siempre lo es todo. Hay que tener en cuenta qué porcentaje de este lo compone el músculo y cuál la grasa corporal y, dentro de esta, los niveles de grasa visceral.

Y es que, una persona puede tener un peso alto por tener mucho músculo, pero tener poca grasa; mientras que otra puede tener un peso bajo, pero presentar poco músculo y mucha grasa, lo que se conoce como ‘gordiflacos’ y explicaremos más adelante. Sobra decir que los estados de salud en estos dos casos, independientemente del peso, no tienen nada que ver.

Grasa subcutánea vs. grasa visceral

Comúnmente se comete el error de centrarse solo en la grasa que podemos ver, la que acumulamos especialmente en piernas, caderas, pecho y brazos y denominamos grasa subcutánea o periférica. Sin embargo, esto es un error y hay un tipo de grasa, la grasa visceral que, a veces se ignora, y puede conllevar graves problemas para la salud.

La grasa visceral, al contrario que la subcutánea, se acumula en la cavidad del abdomen, recubriendo algunos de los órganos que ahí se encuentran, como el hígado, el estómago, el páncreas, los riñones o el intestino. Debido a su localización, es más difícil de ver, a no ser que sea muy excesiva. Por cuestiones de genética, la primera es más común en mujeres y la segunda en hombres.

¿Por qué la grasa visceral es perjudicial?

Aunque un poco de grasa es necesaria para soportar y proteger los órganos, un exceso puede crear serios problemas. Debido a su localización, puede afectar al correcto funcionamiento de los órganos, por ejemplo, el hígado graso, es un caso en el que la grasa visceral se ha acumulado en torno al hígado. Además, la presencia de este tipo de grasa genera una serie de sustancias tóxicas que favorecen la aparición de inflamación e interfieren en la función de algunas hormonas, pudiendo desembocar en resistencia a la insulina. La presencia de grasa visceral se asocia con enfermedades como diabetes, hipertensión, enfermedades coronarias, enfermedades inflamatorias, algunos tipos de cáncer y Alzheimer.

Aunque el perímetro de la cintura puede ser indicativo de la presencia de grasa visceral, no siempre lo es, pues este puede deberse, en parte, a grasa subcutánea que se haya acumulado en esta zona; pero también puede darse el caso en que no sea para nada visible.

El caso de los ‘gordiflacos’

Hemos mencionado en la introducción que el peso no puede ser el único indicativo de la salud de una persona pues, de la misma forma que una persona muy musculada puede dar valores de peso de obesidad, a pesar de tener un bajo porcentaje de grasa y estar perfectamente de salud, puede darse también el caso contrario aunque nunca nos lo plantearíamos.

A veces, es difícil advertir la grasa visceral a menos que se haga un escáner o se use una báscula de bioimpedancia, que desglosa el porcentaje de masa muscular, grasa corporal y la grasa visceral. Por esto, puede ser perfectamente normal que una persona, aparentemente delgada, tengo unos niveles de grasa visceral altos. Muchos conocemos casos de gente que está delgada porque come poco pero su alimentación es bastante mala y no pega una carrera ni para coger el autobús. Estos se denominan comúnmente ‘gordiflacos’, del inglés skinny fat o TOFI (thin outside, fat inside: delgado por fuera, gordo por dentro).

Solemos pensar que el sobrepeso o la obesidad es lo único que condiciona que desarrollemos patologías comúnmente asociadas a ella, como puede ser el Síndrome Metabólico, sin embargo, no es así y una persona con un peso dentro de un rango saludable, pero que siga una mala alimentación o lleve un estilo de vida sedentario, puede presentarlas también. De hecho, en estos casos puede ser incluso más peligroso porque al verse delgado, nunca sospecharía que pudiese estar acumulándose una cantidad de grasa visceral que podría resultar peligrosa y no va a hacer nada al respecto.

Cómo eliminar la grasa visceral

Afortunadamente, este tipo de grasa es más fácil de eliminar con la realización de ejercicio que la grasa subcutánea. También es importante llevar una alimentación adecuada y evitar alimentos como alcohol, azúcares y carbohidratos refinados. Pero, a mayores, hay otro factor que puede predisponer a acumular este tipo de grasa y es el estrés, por lo que intentar reducir los niveles de estrés también puede ayudar a la hora de reducir la grasa visceral.

 

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