Dieta alcalina ¿la cura del cáncer o un mito más?

Dieta alcalina ¿la cura del cáncer o un mito más?

La dieta alcalina, puesta de moda por muchos famosos, cada vez cuenta con más seguidores. Y no es de extrañar, pues los beneficios que se le atribuyen van desde algo tan simple como mejorar la salud, como a curar el propio cáncer. De hecho, muchos se refieren a ella como la dieta anticáncer. De aquí ha surgido precisamente el famoso mito de beber agua con limón que ya hemos comentado anteriormente. Pero ¿es la dieta alcalina una ayuda en los casos de cáncer?

¿Qué es la dieta alcalina?

La dieta alcalina se basa en la idea de que tener la sangre ácida es el principal desencadenante de muchas enfermedades. Así, condiciones como el sobrepeso, la falta de energía e incluso el cáncer tendrían un factor común. Y lo más interesante, nuestra alimentación estaría dictando nuestros niveles de acidez.

La premisa es que al ser metabolizados, los alimentos dejan una serie de residuos que impactan nuestro organismo. De esta forma, los alimentos pueden considerarse: acidificantes, neutros o alcalinos. Esta teoría defiende que los residuos que dejan los alimentos acidificantes contribuirán a incrementar la acidez de la sangre. Por otro lado, los alcalinos la bajarán y los neutros no tendrán impacto sobre ella.

¿Por qué esta teoría es completamente falsa?

Es tan simple como que la sangre nunca puede llegar a tener un pH ácido. Si eso ocurriese nos moriríamos. El pH sanguíneo tiene que estar comprendido en un rango de 7,35 y 7,45, que, como veis, es bastante estrecho. Cualquier desviación, tanto por encima como por debajo, tendría graves consecuencias para nuestra salud.

De forma muy eficiente, nuestro cuerpo mantiene el pH de cada órgano dentro de los niveles que le corresponden. Para ello intervienen mecanismos como la respiración, la sudoración y la orina. Por ello, nuestra alimentación sí puede influir en la acidez de la orina, porque el cuerpo está desechando esos residuos. Sin embargo, no se puede relacionar la orina ácida con ningún problemas, pues no existen evidencias científicas que sostengan que la acidez de la orina sea un indicador de salud.

¿Cuál es la relación acidez-cáncer?

Aunque se ha demostrado que no existe una relación entre la acidez que pueda provenir de la alimentación y el cáncer, sus defensores siguen insistiendo, argumentando que las células cancerígenas solo se desarrollan en un ambiente ácido y que seguir una dieta alcalina es la cura del cáncer. ¿Por qué esto no es así?

Como ya hemos dicho, la alimentación no influye en el pH sanguíneo y, aunque así fuera, las células cancerígenas no se desarrollan solo en ambientes ácidos. Estudios han demostrado que las células cancerígenas también pueden crecer en tejidos alcalinos. Sí, los tumores crecen más rápido en un ambiente ácido, pero es el propio tumor el que crea esta acidez.

Para poner las cartas sobre la mesa y demostrar la fiabilidad de esta dieta, su creador y autor del libro “El Milagro del pH“, Robert Young, se enfrentó a una condena de prisión el año pasado por ejercer la medicina sin licencia y por defraudar a pacientes enfermos de cáncer terminal tratándoles con infusiones de bicarbonato de sodio, en lugar de con tratamientos tradicionales, prometiéndoles que podía curarles.

La dieta alcalina no es un remedio para el cáncer, pero ¿tiene algún beneficio?

La razón por la que muchos defienden esta alimentación es porque al seguirla han visto mejorías sobre su salud. ¿Están mintiendo? No, claro que se ven mejorías siguiendo este tipo de dieta. Más que nada porque los alimentos considerados alcalinos son verduras, frutas y legumbres, es decir, alimentos saludables. Mientras que los ácidos son los azúcares y la comida basura. Incrementando el consumo de los primeros y restringiendo el de los segundos, claro que se van a ver mejorías. Sin embargo, esto no va a deberse a que esté afectando nuestros niveles de pH, tal y como defienden sus partidarios, sino a que se están priorizando alimentos saludables frente a alimentos insanos.

De todas formas seguir esta dieta no es recomendable a largo plazo porque también excluye otros grupos de alimentos que sí son saludables como huevos, lácteos, carne, pescado, marisco, algunas frutas y cereales integrales, por considerarlos ácidos.

Pero lo que hay que tener muy presente es que seguir una dieta alcalina, aunque pueda ser saludable hasta cierto punto, no va a tener ningún efecto milagroso sobre nuestro cuerpo y no nos va a aportar más beneficios que los que cualquier otra dieta saludable que priorice los alimentos reales y, desde luego, no va a curar el cáncer.

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