Según las recomendaciones nutricionales de la OMS, no conviene tomar más de 25 gramos de azúcar al día. Desafortunadamente, nuestro consumo actual está muy por encima de esta cifra. Pongamos el ejemplo de la Coca Cola. Solo una Coca Cola tiene ya 35 gramos de azúcar. Es por esto que en 1984 se lanzó en España la Coca Cola Light (Diet Coke en otros países), endulzada con edulcorantes. Esta versión tuvo mucho éxito entre mujeres que querían cuidar su peso. Sin embargo, se cree que por el nombre, esta popularidad no se extendió entre los hombres, ni siquiera aquellos que se preocupaban por su peso. Por eso, más adelante se lanzó la Coca Cola Zero. Pero la pregunta es, ¿son de verdad los edulcorantes más saludables?
¿Cuál es la diferencia entre la Coca Cola light y la Coca Cola Zero?
Aunque en España clasificamos como “light” a aquellos alimentos que tienen un 30% de calorías menos que su original, en este caso no es así. Ambas están libres de azúcar y calorías y contienen edulcorantes artificiales para endulzar. La principal diferencia está en el sabor, debido a que usan distinta proporción de los edulcorantes; y que la Zero no tiene el acidulante E-330 y añade el corrector de acidez E-331. La Zero se ajusta más a la fórmula original de la Coca Cola.
Los edulcorantes que utilizan son:
- Acesulfamo K (E-950): es 200 veces más dulce que el azúcar. No se acumula en el organismo.
- Ciclamato (E-952): se obtiene de la sacarosa y es muy usado en productos “light”, 0% o “sin azúcar”. Es muchísimo más dulce que otros edulcorantes. Para mejorar su sabor se suele combinar con Acesulfamo K. Está prohibido en países como EEUU y Reino Unido (pero es legal en la Unión Europea) por estudios que han demostrado que en cantidades elevadas puede ser cancerígeno.
- Aspartamo (E-951): se crea combinando dos aminoácidos: la fenilalanina y el ácido aspártico. Por eso en ingredientes aparece la advertencia “fuente de fenilalanina”, pues una dosis alta en sangre de este aminoácido puede resultar tóxica. También se le ha atribuido un efecto potencialmente cancerígeno y otros problemas como impotencia, epilepsis y problemas de desarrollo o cerebrales, si es consumido en altas cantidades. No obstante, nunca se ha demostrado una relación directa causa-efecto (excepto en pacientes con fenilcetonuria, que serán más sensibles). Finalmente, la EFSA ha concluido que las cantidades en que se toma este edulcorante son inocuas para la salud.
¿Por qué los edulcorantes no son saludables?
Como veis, hay mucha polémica sobre los edulcorantes y sus posibles efectos nocivos. El problema es que se comete el error de pensar que los edulcorantes son malos para la salud debido a estudios donde se experimenta con cantidades mucho más altas de las que nosotros consumimos. Por lo tanto, las conclusiones que se sacan es que no te vas a intoxicar por tomar Coca Cola Zero. Sin embargo, que los edulcorantes no resulten tóxicos, no significa que sean saludables.
Cuando se toma algo dulce pero sin azúcar, al cerebro le llega una señal de que le va a llegar glucosa, que nunca llega. Esto lleva a varios problemas, todos relacionados unos con otros:
- Contribuyen al aumento de peso: Aunque no suben la glucosa en sangre, sí que activan la producción de insulina. Además, al no haber recibido esa glucosa que se le prometió, al poco rato el cerebro lanzará una señal indicando que quiere glucosa. De esta forma, los edulcorantes artificiales alteran las señales hormonales y neurológicas que controlan el hambre y la saciedad. Por lo tanto, no solo no quitan el hambre sino que producen más.
- Aumentan el riesgo de padecer diabetes: estudios han demostrado que el consumo habitual de edulcorantes y su efecto sobre la insulina y acción inflamatoria, puede llevar a que se desarrolle una resistencia a la insulina, que es una forma de prediabetes.
- Alteran la microbiota intestinal: alteran tanto la composición (aumentando la cantidad de “bacterias malas” y disminuyendo la de “bacterias buenas”), como la función de las bacterias del sistema digestivo. Lo que, de nuevo, puede llevar a obesidad, diabetes y favorecer la aparición de inflamación interna.
Si esto no te parece suficiente para convencerte de que los edulcorantes no son saludables y deberíamos limitar su consumo, también hay que tener presente que al sustituir el azúcar por estos compuestos, no estamos haciendo nada por reeducar las papilas gustativas. Al contrario, como hemos visto, algunos edulcorantes aportan más dulzor que el azúcar, así que seguimos acostumbrando a nuestro paladar a los sabores dulces, una condición que con el tiempo siempre va a más. Además, los edulcorantes crean una adicción, incluso más que el azúcar; y, al creer que son más saludables o que por no tener calorías no vamos a engordar, tendemos a tomar más cantidad.