Con septiembre llega el nuevo curso y muchas personas se lo toman como un segundo Año Nuevo: un momento para crear nuevos propósitos y hábitos saludables. Si uno de tus propósitos después de las vacaciones de verano ha sido empezar a comer saludable, esta entrada es especialmente para ti. No te voy a hablar de lo que tienes que comer y lo que no (si te suscribes al blog aquí te llegará una guía con esa información), sino que te voy a explicar las claves para poder llevar una alimentación sana, de la que puedas disfrutar y así mantener en el tiempo. En cada apartado te voy a dejar además enlaces a otros artículos del blog para complementar la información. ¡Vamos a ello! comer saludable claves
Claves para comer saludable:
1. Saber distinguir qué alimentos son saludables y cuáles no
El factor que más juega en nuestra contra cuando decidimos comer saludable es que en nutrición cada uno dice una cosa distinta. Nos viene información de todos lados y pueden ser completamente opuestas. ¿Hay que evitar las grasas? ¿Hay que evitar los hidratos? ¿Te vas a morir por comer fruta por la noche? Ni siquiera parece haber un consenso de qué es exactamente comer saludable. ¿Es seguir una dieta? En ese caso, ¿cuál? Porque todas son distintas… ¿Es llenar tu carrito de la compra de alimentos funcionales? ¿O llenarlo de superalimentos?
Si hacemos caso a la publicidad, podemos concluir que darle phoskitos a un niño es la merienda ideal porque contribuye al crecimiento, que un zumo equivale a comer fruta o que unas galletas ricas en azúcar te van a bajar el colesterol. Hay que aprender a identificar los mitos, las dietas milagrosas y los alimentos saludables, ignorando los reclamos publicitarios del paquete.
¿Qué buscar en la lista de ingredientes?
¿Danacol ayuda a reducir el colesterol?
¿Es saludable hacer ayuno intermitente?
¿Funcionan los alimentos funcionales?
2. No tener prohibiciones
Cuando comenzamos a prohibir alimentos es cuando se genera ansiedad y se crea un mayor deseo de consumirlos, que es lo que suele pasar cuando estamos a dieta. Lo bueno que tiene llevar una alimentación, en su mayoría, saludable es que deja espacio para la presencia de alimentos no tan saludables de forma ocasional. Llevar una alimentación saludable no significa comer 100% saludable porque eso es prácticamente imposible y tampoco es lo que queremos. A todos nos gusta disfrutar de un dulce de vez en cuando y, realmente, si tu alimentación habitual es buena, no hay ningún problema por hacerlo.
No es cuestión de prohibir, sino de priorizar alimentos saludables. Es cuestión de desarrollar un estilo de vida en el que tú encuentres placer en los alimentos saludables y tu propio cuerpo te los pida porque notas que te sientan bien, mientras que los ‘no saludables’ cada vez nos apetezcan menos. Estos pueden reservarse para ocasiones especiales, pero siempre teniendo presente que están a nuestro alcance si en algún momento realmente nos apetecen. En estos casos, disfrútalo y, sin autoculparse luego, retomas tu rutina sin que haya ningún problema. Recuerda que nadie engorda por tomar un donuts, igual que nadie adelgaza por cenar una ensalada.
3. Planear las comidas
Planear nuestras comidas, por ejemplo haciendo un menú semanal, es la mejor forma de asegurarnos que vamos a seguir una buena alimentación. Esto evita tener que tomar decisiones de última hora con hambre, comer lo primero que encontremos en la nevera y que nuestra alimentación sea equilibrada. Planeando las comidas de toda la semana podemos asegurarnos de añadir en todas las comidas una ración de verduras (e, igual de importante, ¡comprarlas!), variar nuestras fuentes de proteína y cocinar con antelación si fuese necesario.
Cómo hacer un plato y un menú saludables
Descubre qué es el Batch Cooking
4. Cocinar y explorar
Normalmente solemos tener una serie de platos que vamos rotando y preparando una y otra vez. Esto puede terminar siendo aburrido o puede incluso que te estés forzando a tomar alguna verdura de una forma que no te gusta. No tengas miedo a experimentar con nuevos ingredientes, especias y formas de cocinar para darle sabor a tus platos. Si alguna receta sale mal, pues ya lo sabes para la próxima, no pasa nada.
De esta forma, el camino hacia una alimentación saludable se hace más entretenido y descubrirás que hay un montón de recetas saludables deliciosas, de sabores que no conocías y que, incluso muchos de tus platos favoritos, pueden healthificarse (no sé si este es un término aceptado pero me parece muy acertado 😂) y estar igualmente ricos. ¡Date una vuelta por el blog porque vas a encontrar un montón de recetas!
10 formas de incluir más verduras en tu alimentación
5. Escuchar a tu cuerpo claves comer saludable
Esto es importantísimo y sin empezar a prestar atención a nuestro cuerpo no vamos a llegar a ninguna parte. Come cuando tengas hambre, no cuando te lo imponen. Come la cantidad que necesites, despacio y respetando las señales de saciedad. Identifica si el hambre que sientes es real o emocional. Si es real come, pero si es emocional tendrás que buscar la forma de lidiar con la raíz del problema, ese aspecto de tu vida que te está causando estrés, ansiedad, preocupación, tristeza… y se está manifestando con hambre.
Espero que estas claves para comer saludable te sean útiles en tu camino hacia un estilo de vida y una alimentación saludables 🙂
claves comer saludable