octubre 6, 2020

Novedades y favoritos: septiembre

Por fin es otoño, mi estación favorita, y para celebrarlo, este mes hemos llegado en Instagram a los ¡4.000 seguidores! Si me sigues ahí, muchísimas gracias, y si no, ya sabes lo que tienes que hacer 😂

Novedades

Aprovechando el buen tiempo, este mes me he dedicado a hacer un poco de turismo por mi ciudad, León. Es curioso que cuando viajamos nos encante descubrir todos los rincones y toda la historia de las ciudades que visitamos pero que luego podamos pasarnos toda la vida viviendo en la misma ciudad y saber muy poco de ella. Así que para corregir esto, un día monté en el trenecito (algo que siempre he querido hacer) y otro hice un tour por la ciudad, que me ayudó a verla con otros ojos y admirarla aún más.

Dejando el verano atrás, este mes tocó volver a Pilates, TRX y Pádel y admito que no fue muy buena idea empezarlo todo a la vez porque pasé dos semanas que no me daba tiempo a quitar unas agujetas antes de que me salieran otras.

Favoritos:

(Y no tan favoritos…)

Libros: este mes he leído Darien de Conn Iggulden, Muerte en el Nilo de Agatha Christie, Yo, Julia y su sequela, Y Julia retó a los Dioses de Santiago Posteguillo. Estos dos últimos han sido una pasada. Una historia poco conocida, sobre un personaje prácticamente olvidado, con intrigas, conspiraciones, batallas y una trama que engancha y que bien merece su propia serie de televisión.

Series: he empezado hace poco Las Chicas Gilmore y tengo que confesar que ya no puedo vivir sin ellas. Lo sé, voy como con 20 años de retraso pero nunca es tarde para ponerse al día, y esta serie, cargada de diálogos rapidísimos, referencias y humor inteligente, no está para nada desfasada y es muy apropiada para esta época del año. El único inconveniente es que me está creando una imperiosa necesidad de hacerme adicta al café.

Pelis: prepárate porque solo he visto Mulan pero con esa tengo suficiente para dedicarle su propia entrada. No sabéis las ganas que tenía de que Disney estrenase por fin esta película después de tener que retrasarla por la pandemia a pocas semanas de su estreno. Incluso sabiendo de la ausencia de Mushu y de las canciones, era una de mis películas más anticipadas del año y me siento completamente indignada con lo que he obtenido tras la larga espera.

Y no, mis problemas no se deben a que no salga Mushu, se hayan comido una de las mejores bandas sonoras de Disney o los muchísimos cambios respecto a la original que, a pesar de no gustarme demasiado, podría haberles perdonado si hubiesen mantenido el espíritu y, por supuesto, el mensaje de la historia, no solo de la versión animada, sino del poema en el que la leyenda de Mulan está basada. Como ya adivinarás, no ha sido el caso y es realmente de risa que una película animada haya sido capaz de ser más profunda, tener más carga emocional y transmitir más empoderamiento que esta versión donde todas estas cualidades brillan por su ausencia. Porque esta no es mi Mulan (personaje, no película, aunque película tampoco), y la culpa de todo la tiene una cosa: el puñetero chi.

Mulan ya no es una chica cualquiera, un poco patosilla, que se enfrenta a una situación que la queda grande y puede costarle la vida si es descubierta, para salvar a su padre y demostrarse a sí misma que es capaz de hacer algo bien. Ya no es una mujer inexperta que consigue ponerse al mismo nivel que sus compañeros, no solo a base de fuerza física, sino también de ingenio, y ganarse su respeto, incluso cuando descubren que es una mujer.

Ahora Mulan es una especie de ‘elegida’ con más poder que cualquier otra persona y una destreza innata que manifiesta desde pequeña. En esta versión, no hay sacrificio porque aunque vaya a la guerra, va a estar en su elemento. El único sacrificio que realiza es que se arriesga a que la descubran y la maten, pero a mitad de película ella misma decide soltarse el pelo, aunque esto tenga consecuencias. Y no hablo de que se la meta en la cara mientras pelea (por favor, Hollywood, vamos a dejar de representar a mujeres peleando con la melena al viento y tacones), sino de la deshonra que caerá sobre su familia. Lo que hace a Mulan sorprendentemente desconsiderada.

Ya no vemos a Mulan afrontando un entrenamiento que casi puede con ella, ni al final mejorar junto a sus compañeros. Al contrario, la vemos ocultando que es mejor que todos, sin nunca haber practicado nada, hasta que se cansa. Esta Mulan no es ingeniosa, todo lo consigue porque es el personaje más fuerte de la película. Para el enfrentamiento final, no confían en ella porque se haya ganado el respeto de los demás, sino que como es la más fuerte, tendrá que ser ella quien lidere.

Porque Hollywood sigue creyendo que la única forma de representar un personaje femenino fuerte es dándole más poder que a los hombres que la rodean. Porque si Mulan fuese una mujer cualquiera, obviamente no podría haber estado a su nivel (sarcasmo modo on). Y como esta es una peli que intenta ser súper feminista, el malo es un tío aprovechándose del poder de una mujer (porque si valió para Maléfica a ver por qué no aquí también).

Tristemente, mientras que el mensaje de la versión animada y del poema, es que seas quien seas, eres capaz de conseguir lo que te propongas si trabajas duro y, sí, usando lo que te hace diferente; el mensaje de esta es básicamente que o eres súper especial o te jodes y te casas con quien te diga la casamentera, como le pasa a la pobre hermana.

Vale, ya sé que no, el mensaje de esta podría ser que no debes esconder quien realmente eres, que es un mensaje muy bueno (aunque lo hemos visto mil veces), aunque su ejecución en esta película no funciona porque es imposible identificarse con Mulan. Los espectadores nos identificamos con los personajes por los defectos que tienen y cómo los superan, por ello, el principal defecto de tu protagonista no puede ser que es demasiado guay y tiene que esconderlo porque eso no es un defecto. Y, otra cosa te voy a decir, si hubiesen mantenido la canción de Reflejo, ya habrían transmitido ese mensaje sin cargarse el otro y habrían contentado a todos los que queríamos las canciones.

Valoración final en palabras del ausente Mushu: Deshonra sobre ti, deshonra sobre tu vaca.