Las barritas energéticas hoy en día se toman frecuentemente como parte de una dieta sana y equilibrada. Las hay de todos los tipos y sabores imaginables; y su función es aumentar la energía, nutrirte y aportar una ración extra de proteínas; pero ¿de verdad son las barritas energéticas tan saludables o simplemente se trata de un engaño más por parte de la Industria Alimentaria?
¿Cómo surgió la moda de las barritas energéticas?
La barritas energéticas aparecieron por primera vez en los años 60 como comida para astronautas. En los 70 se empezaron a comercializar como un suplemento proteico para atletas. Hoy en día, las barritas energéticas se distribuyen por todas partes como un aperitivo rápido y saludable; práctico de llevar e ideal si se quiere perder peso. Incluso se han convertido en una opción de desayuno rápido para los niños cuando no tienen suficiente tiempo. El problema es que su composición ha cambiado mucho desde su primera aparición.
Barritas energéticas, barritas proteicas, barritas de cereales… todas vienen siendo lo mismo y, aunque existen variedades saludables, lo común es encontrar barritas altamente procesadas y llenas de azúcares y aditivos artificiales. ¿Cómo escoger el mejor tipo? Lo primero, ignorando las propiedades que se anuncian en la caja. Por lo general, si un producto pone cosas del estilo: “para cuidar la línea”, “para mejorar la digestión” o “rico en fibra y minerales”, es mejor dejarlo donde estaba. Segundo, aprendiendo a leer la lista de ingredientes y la tabla nutricional; y aún así, prestando atención porque las calorías y las grasas pueden ser altas usando ingredientes buenos como frutos secos; o la tabla nutricional puede parecer perfecta usando un montón de ingredientes procesados.
Aspectos a tener en cuenta al leer la lista de ingredientes:
- Que contengan cereales integrales (no los típicos de desayuno que toman los niños que suelen ser bajos en fibra y proteína y no sacian, solo aportan calorías), frutos secos y semillas. Ojo, que ponga “con frutos secos”, “con cereales integrales” o “con fruta” no significa que sea directamente buena. Hay que mirar el resto de sus componentes.
- Que estén endulzadas con productos naturales como fruta deshidratada, dátiles, frutos del bosque, en lugar de fructosa, sucrosa, miel, sirope o azúcar (todo lo acabado en -osa suele ser azúcar); o que el contenido de azúcar sea bajo.
- Los ingredientes aparecen en orden de mayor a menor cantidad; así que si el azúcar o cualquiera de sus formas está entre los primeros tres ingredientes, te estás comiendo una barrita de azúcar con un poco de proteína. Si son con chocolate o cobertura de yogur, no es un aperitivo, es un postre.
- Que no utilice edulcorantes artificiales. Estos aumentan la sensación de hambre, causan picos de glucosa en sangre y desequilibran el metabolismo.
- Si “grasas hidrogenadas”, “grasas vegetales hidrogenadas” o “aceites vegetales hidrogenados” aparece en cualquier lado, deja la barrita. Esta es la forma en que la industria alimentaria se refiere a lo que conocemos como grasas trans, que son las grasas que de verdad causan problemas cardiovasculares. (En realidad cualquier producto en el que ponga aceite o grasa vegetal debería evitarse por ser poco específico. Si aparece así es porque prefieren no decir qué tipo de grasa se ha utilizado).
Aspectos a tener en cuenta en la tabla nutricional:
- Que el número de calorías se refiera a una porción. Puede referirse al peso y una ración ser más; o si es en casos donde vienen dos barritas y se suelen comer las dos, pueden venir solo las calorías de una.
- Que tengan por lo menos 7 gr de proteínas y 2 gr de fibra para que contribuyan a la saciedad.
- A no ser que seas atleta, no hace falta que contenga más de 30 gr de carbohidratos. Si eres atleta y estás gastando muchas calorías puede ser una buena opción que sean ricas en hidratos de carbono simples. Si, por el contrario, estás sentado en una oficina la mayor parte del tiempo (que es lo normal), no.
En conclusión, las barritas energéticas que encontramos con frecuencia en las estanterías de los supermercados, no son precisamente saludables. Por tomar una barrita energética muy de vez en cuando no pasa nada; pero para tomarlas de forma regular es mejor prestar atención a los ingrediente y optar por las de mejor calidad. Desde luego, caseras son la mejor opción, así sabes exactamente lo que llevan. Si eso supone mucho lío, un puñado de frutos secos con algo de fruta va a darte los mismos beneficios y es igual de rápido y práctico.