Todos nos habremos encontrado alguna vez con una pirámide como esta. Quizá la vimos en el instituto en un libro de Biología, por Internet o en una revista que promueva la alimentación saludable. Por supuesto, existen muchas versiones, pero todas vienen a decir lo mismo (las que vamos a ver son las que propone la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria). Incluso se ha actualizado alguna vez (la actualizada es la que puedes ver arriba y la antigua después de este párrafo), pero las actualizaciones nunca han sido sobre lo que verdaderamente hacía falta. Esta pirámide es una guía visual que pretende pautar la frecuencia con la quede deberíamos comer los distintos grupos de alimentos para llevar una alimentación sana y equilibrada. El problema es que sus recomendaciones están bastante obsoletas. ¿Dónde falla? ¿Por qué la pirámide alimentaria no es correcta?
1. Importancia de los cereales
Como vemos ambas pirámides indican que la base de nuestra alimentación deberían ser los cereales y sus derivados. Más allá de que eso no es cierto porque la base de cualquier alimentación saludable deberían ser las verduras, hortalizas y frutas, está el hecho de que no indica para nada que esos cereales deban consumirse en su versión integral. De esta forma está promoviendo el consumo diario y en gran cantidad de un grupo de alimentos que ya se consume en exceso hoy en día; y en una versión no saludable (pan de molde, pasta, cereales de desayuno azucarados…).
2. Recomendación de lácteos
La pirámide indica que para llevar una alimentación saludable debemos ingerir entre 2 y 3 raciones de productos lácteos al día (lo mismo que recomienda de verduras, tócate los pies). No solo le está dando a los lácteos prácticamente la misma importancia que a las verduras sino que, además, puede confundir al público haciendo creer que su consumo es imprescindible cuando realmente no lo es (siempre y cuando se obtenga suficiente calcio por otras fuentes). Además no indica nada sobre el tipo de lácteos que se deben consumir (que deberían ser enteros y naturales). No es lo mismo un yogur natural que uno de sabores (más azúcar) o uno desnatado. Tampoco es lo mismo un queso fresco que un queso maduro (más calorías).
Incluso si eligiésemos los lácteos adecuados, al final esta propuesta lo que hace es que a menudo se desplacen alimentos más interesantes, a nivel nutricional, por lácteos, como puede pasar cuando optamos por tomar de postre un yogur en lugar de una pieza de fruta.
3. Presencia de productos insanos
En la antigua versión se ponía el vino y la cerveza en la categoría de consumo diario, en moderación y de forma opcional y, al menos, esa es una de las cosas que la nueva versión ha corregido. Aunque tampoco demasiado.
Uno de los grandes errores de la pirámide alimentaria es que productos insanos como bebidas alcohólicas, carnes procesadas, grasas malas y dulces estén presentes. Vale, lo hacen en la punta indicando que deben ser de consumo ocasional y moderado, pero al representarlos ya estás indicando que pueden formar parte de una alimentación saludable de vez en cuando, cuando lo que hay que fomentar es que su consumo no es recomendable y cuanto menos tomes, mejor (que tampoco significa que nunca los puedas tomar). Además de que los términos “ocasional” y “moderado” son muy subjetivos y siempre conseguimos hacer que jueguen a nuestro favor.
¿Hay alguna propuesta que sea mejor?
Por suerte están apareciendo nuevos diseños más apropiados, el problema es que la pirámide alimentaria sigue tan arraigada que es la que la mayoría de gente conoce. Incluso se sigue estudiando en carreras a pesar de estar completamente equivocada. Una de las alternativas más populares es la sencilla guía que propone Harvard: MyPlate.
Como vemos, este sí que especifica que los cereales deben ser integrales y hay que limitar los refinados y que no deben componer más de 1/4 del plato; mientras que la mitad de nuestra ingesta debería estar formada por frutas y verduras.
En cuanto a proteína da a escoger entre animal o vegetal, pero estipula que se eviten las carnes procesadas y se limiten las carnes rojas. También indica que se limiten los lácteos a 1 o 2 al día y los zumos a 1 vaso pequeño. Otras propuestas es que se eviten las grasas trans, se utilice un aceite saludable y que la bebida sea principalmente agua.
Los dulces o las bebidas alcohólicas no están por ningún sitio.
Espero que esta entrada te haya ayudado a comprender por qué la pirámide alimentaria tal cual está hoy no es correcta ni la mejor guía que seguir para llevar una alimentación saludable y que hay otras alternativas mejores 🙂