¿Cuántas veces hemos oído el dicho “el melón por las mañanas es oro, por la tarde plata y por la noche mata“? Unos creen que si metes melón en la cena vas a engordar, otros que te va a sentar mal… El mundo de la nutrición está plagado de mitos y este es uno de los más extendidos y que prácticamente todo el mundo conoce y también uno de los más creídos. Por eso, ahora que estamos en verano, hay melones en los supermercados y con el calorín es una fruta que apetece mucho, vamos a dedicar una entrada a esta deliciosa fruta y resolver la siguiente duda: ¿de verdad es malo comer melón por la noche?
¿Por qué se dice que el melón de noche es malo?
Lo que se suele decir para defender este mito es que el melón fermenta muy rápido en el estómago, entorpeciendo la digestión y pudiendo producir molestias. Esta teoría no tiene ni pies ni cabeza. Primero, porque como vimos en esta entrada sobre si tomar fruta de postre era malo, en el estómago no puede haber fermentación porque no hay bacterias que la lleven a cabo. La fermentación tiene lugar en el intestino.
Pero, suponiendo que a lo que la gente se refiere es que en algún momento, sin concretar el lugar, ocurre una fermentación que produce molestias estomacales cuando se consume de noche, tampoco podría ser. El cuerpo no sabe la hora que es y le da igual que la pieza de melón que te has comido vaya acompañada del desayuno, de la comida o de la cena, por lo que no tiene sentido que vaya a sentar peor de noche.
Las demás teorías de por qué tomar melón de noche es malo se basan en los mitos típicos de la fruta y los carbohidratos. Por ejemplo, que como tiene un alto contenido en azúcar, es energía que por la noche no vamos a gastar y, por lo tanto, la acumularemos como grasa. Esto, ya vimos aquí que no ocurre así; pero es que el melón, a pesar de lo que se suela pensar, tampoco es tan rico en azúcares. Su composición es solo del 6-8%, más o menos como una manzana.
Tampoco es cierto que por ser rico en agua diluye el ácido estomacal y por eso entorpece la digestión porque, por esa regla de tres, no podríamos beber agua durante las comidas y, ya vimos aquí, que se puede perfectamente.
Por último, otro de los mitos que suele haber en torno al melón es que hay que tomarlo solo y es la única fruta que no debemos combinar con otras (ni ácidas ni dulces) para no entorpecer su digestión. No sé exactamente por qué al melón aquí se le tiene tanta manía, supongo que por todas las creencias falsas que ya hay. De todas formas, esta idea forma parte de las guías de las dietas disociadas y ya hemos visto con anterioridad que tampoco tienen ningún sentido.
La cuestión es, si no sienta mal de noche ¿por qué está tan arraigado esta creencia popular? Pues porque puede haberse dado perfectamente el caso de que en varias ocasiones a la gente le haya sentado mal tomar melón de noche. Pero probablemente no se haya debido ni a tratarse de melón ni al ser de noche. Si cenamos mucho y luego tomamos de postre melón, es posible que no nos siente muy bien. Además de que es una fruta que, por lo general, consumimos muy fría, y esas molestias podrían deberse, simplemente, a un choque térmico.
En definitiva, la única consecuencia ‘mala’ de tomar melón por la noche es que al ser muy rico en agua, quizá tengas que levantarte varias veces de la cama para ir al baño.
Conclusión
Come melón cuando te de la gana. Simplemente, no te pongas morado.