5 Razones por las que entrenas pero no adelgazas
¿Entrenas todos los días o de forma regular y aún así no ves cambios cuando te pesas? Pueden ser muchas las razones que haya detrás de esto, como alguna patología (como hipotiroidismo). Sin embargo, si todo está bien y, aún así, entrenas y no ves resultados en la báscula, alguna de estas cinco razones podría estar detrás de tu frustración: entrenas pero no adelgazas
1. Sigues la misma alimentación de antes.
Siempre se ha puesto el foco en que la clave para adelgazar es comer menos calorías de las que se queman y, aunque en cierta medida es cierto, lo realmente importante no son las calorías sino los alimentos de los que provienen. Hay alimentos que pueden alterar nuestras hormonas, nuestra microbiota y favorecer la aparición de inflamación y que tengamos más hambre a lo largo del día. Todo esto va a dificultar la pérdida de peso, incluso si estamos entrenando y tomando menos calorías. Así que si haces ejercicio y no ves resultados en la báscula, un buen sitio por donde empezar es analizar el tipo de alimentación que llevas.
Si, por el contrario, crees que comes bien, es decir, llevas una alimentación donde predominan las materias primas, quizá sí sea el momento de revisar las cantidades.
2. Sigues siempre la misma rutina de ejercicio
A menudo cometemos el error de adoptar una rutina de ejercicio y hacer siempre exactamente la misma. Así podremos ver algún cambio al principio, pero en cuanto nuestro cuerpo se acostumbre dejaremos de verlos porque ya no le estará suponiendo ningún esfuerzo. Es un palo, lo sé. Empezar a hacer ejercicio es un gran esfuerzo porque nos cuesta pero hay una pequeña esperanza que nos motiva a continuar y es que algún día, no se nos saldrá el corazón al hacer 20 burpees seguidos. Lo que se nos olvida, es que cuando podemos hacer 20 burpees sin morir en el proceso, deberíamos empezar a subir a 25 o 30.
Por eso es importante ir variando los entrenamientos y aumentar la intensidad a medida que vamos ganando resistencia. Recuerda que si no cuesta no sirve.
3. Haces demasiado cardio Entrenas pero no adelgazas
Es súper común tener la idea de que para adelgazar, lo que hay que hacer es matarse a hacer cardio, pero no podría ser más falsa. El cardio tiene sus beneficios y es importante incluirlo también. Sin embargo, si quieres ver resultados, lo que tienes es que incluir ejercicios de resistencia y peso. Es con estos con los que se queman más calorías y creamos músculo y esto es importantísimo porque cuanto más músculo tenemos, más calorías consume nuestro organismo cuando está en reposo, es decir, aumentamos nuestro metabolismo basal.
4. Llevas un estilo de vida sedentario
Todos caemos en el ‘ya he ido al gimnasio, así que puedo pasarme toda la tarde tirado en el sofá’, aunque hayas estado todo el día sentado en el trabajo. Por mucho gimnasio que hagas, si luego estás sentado todo el día, quizá no veas los resultados que deseas. Al fin y al cabo, en el gimnasio estás como mucho hora y media, si luego estás veintidós horas y media sin hacer ningún tipo de actividad, seguirás siendo sedentario.
5. No descansas bien entrenas pero no adelgazas
Creo que siempre que doy consejos de algo, uno de ellos es cuidar el descanso ¡pero es que es importantísimo! Es mientras dormimos cuando las células y tejidos de nuestro cuerpo se reparan y regeneran, pero además, el descanso tiene un impacto directo sobre las hormonas del hambre y la saciedad, sobre el cortisol y la inflamación, y , por supuesto, si estamos bien descansados, ¡tendremos más energía para movernos!
Bonus: siempre ten en cuenta que también existe el caso de que no estés viendo resultados en la báscula porque estás poniendo músculo y bajando grasa y el músculo pesa más. En este caso nos puede dar la sensación de que no hay cambios pero sí los hay y muy importantes. Podemos medir estos parámetros con una báscula de bioimpedancia, pero también lo notaremos a nivel de volumen. entrenas pero no adelgazas