¿Qué ocurre con la grasa al adelgazar?
Ahora que se acerca el verano aparece, como todos los años, la temida operación bikini. Esto lleva a mucha gente, especialmente mujeres, a tomar la decisión de modificar sus hábitos, realizar dietas milagro o someterse a algún tratamiento estético que promete eliminar la grasa localizada. La pregunta es ¿sirven estos tratamientos, tipo cavitación, mesoterapia…? Para comprenderlo debemos saber qué ocurre con la grasa acumulada al adelgazar.
Y la respuesta sorprenderá a muchos, porque la grasa ni desaparece instantáneamente, ni es eliminada por la orina, como muchos de estos tratamientos prometen, sino que la eliminamos por la exhalación. ¿Cómo ocurre esto?
¿Qué ocurre con la grasa al adelgazar?
Para entender cómo se adelgaza, primero hay que entender cómo se engorda. La grasa se almacena en los adipocitos en forma de triglicéridos cuando el organismo recibe un exceso de energía por parte de la alimentación que no se gasta. La grasa almacenada sirve de reserva para ser utilizada en un futuro por si hubiese escasez. Pero ya te digo que, de normal, no suele ser necesario porque le seguiremos aportando la energía suficiente, así que solo iremos acumulando más.
Estos triglicéridos que se acumulan en nuestras células de grasa son moléculas formadas por tres átomos: carbono, hidrógeno y oxígeno. Cuando hablamos de ‘quemar grasa’ nos estamos refiriendo al proceso de oxidación de los triglicéridos, que libera estos compuestos en forma de CO2 (alrededor de un 84%), que es eliminado por los pulmones, y de H2O (un 16%) que es eliminada por fluidos corporales, como la orina o el sudor. Durante este proceso se forman moléculas de ATP que nos aportan la energía. Las células adiposas irán reduciendo su tamaño y comenzaremos a notar los cambios.
Para que la oxidación de los triglicéridos tenga lugar, es necesario que el cuerpo se encuentre en una situación en que necesite utilizar esas reservas para obtener energía. Es decir, ya sea por un déficit calórico o porque estemos realizando actividad física y consumamos lo que tenemos disponible.
¿Funcionan los tratamientos ‘quema grasa’?
Una máquina no puede impulsar al organismo a realizar esta oxidación, porque no está creando una situación en que se necesite un aporte de energía. Algunas, como la cavitación, lo que prometen es vaciar los adipocitos a través de ondas ultrasonido, haciendo que la grasa se elimine por la orina. Pero esto no es así, porque si el exceso de grasa se pudiese liberar por la orina, no habría sobrepeso en el mundo, porque después de comer un donuts simplemente lo mearíamos (sería un mundo increíble en el que vivir, desafortunadamente no es el nuestro). De hecho, la presencia de grasa en la orina es signo de que algo puede no andar bien en tu cuerpo.
Sin embargo, con la cavitación sí que se puede ver una reducción en la grasa localizada que estamos tratando, pero no es tan simple. Esos adipocitos sí se pueden vaciar, pero entonces los triglicéridos (que, repito, no se eliminan por la orina así sin más) viajarán y se acumularán en otra parte, por lo que no veremos cambio en el peso. Peor, el deseo de eliminar esa grasa que tan poco nos gusta que tenemos acumulada en glúteos y piernas, pero que no es peligrosa, puede llevarnos a acumularla alrededor del vientre y los órganos, que sí lo es y puede verse aumentado el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular y otras patologías.
También están los aparatos de electroestimulación muscular, cremas, masajeadores, plataformas vibratorias… que, de nuevo, tú no estás haciendo el trabajo que se requiere para necesitar utilizar la energía de reserva, por lo que no sirven para quemar grasa.
Conclusión
Si alguien te promete un producto o un tratamiento que elimina la grasa localizada o que la elimina por la orina, sal corriendo.
No se puede perder grasa de forma localizada. Lo normal es que al adelgazar, se haga de las zonas donde hay más grasa acumulada, sin embargo, por genética y otros factores, hay personas a las que les puede costar más perder grasa de un área concreta.
La forma de perder grasa es sencilla: hay que general un déficit calórico. Esto no se traduce directamente en dietas hipocalóricas y pasar hambre, sino optar por alimentos saludables, que son bajos en calorías pero ricos en nutrientes y fibra que aumentarán la saciedad y te llevarán a comer menos, y seguir un estilo de vida activo. Lo importante es crear hábitos saludables para que luego no vuelvas a retomar los malos y recuperes el peso perdido.
