¿Sirve de algo tomar suplementos de Omega 3?
Ya he tratado el tema de los suplementos en un par de ocasiones, en esta entrada, si realmente necesitamos suplementar nuestra alimentación para mejorar nuestra salud y en esta, si los suplementos de colágeno servían para algo. Aún así he querido dedicarle una entrada concreta al Omega 3 porque el aceite de pescado es uno de los suplementos más extendidos, siendo incluso recomendado por muchos profesionales para la prevención de enfermedades cardiovasculares, pero ¿de verdad sirve de algo tomar suplementos de Omega 3?
¿Qué es el Omega 3?
El Omega 3 es un ácido graso esencial, es decir, nuestro cuerpo no puede sintetizarlo y, por tanto, es necesario que lo obtengamos de la alimentación, al igual que los ácidos grasos omega 6 y 9. De ahí, que demos tanta importancia a la necesidad de consumir una cantidad adecuada, pues además, a algunos Omega 3 como el EPA (ácido eicosapentaenoico) y el DHA (ácido docosahexaenoico) se les han atribuido efectos beneficiosos sobre el sistema cardiovascular debido a sus propiedades antiinflamatorias, ya que ayudan a mantener el ratio Omega 6/Omega 3, que hemos explicado aquí.
Esto explica por qué aquellas poblaciones que consumen grandes cantidades de alimentos ricos en Omega 3, como los inuits o los japoneses, tienen menos casos de enfermedades cardiovasculares y también por qué, comprobada esta relación, se ha creado todo un negocio en torno a los suplementos de Omega 3.
¿Son necesarios o sirve para algo tomar suplementos de Omega 3?
Desafortunadamente, aunque ya he mencionado los beneficios que tiene el consumo de Omega 3 sobre nuestra salud, las evidencias científicas no corroboran que suplementar con este ácido graso realmente vaya a aportarnos ningún beneficio y, por lo tanto, no sirve de nada tomarlos con la intención de prevenir la aparición de enfermedades cardiovasculares.
Los beneficios están restringidos a los alimentos en sí que contienen este ácido graso, probablemente porque a mayores obtenemos otros nutrientes como vitaminas, minerales o fibra, que actúan sinérgicamente. Igual de importante será que al incluir estos alimentos en nuestra dieta, probablemente nuestro patrón alimenticio será más saludable (mientras que al tomar suplementos podemos descuidarlo dando por hecho que ya estamos cumpliendo) y que estaremos excluyendo otros alimentos menos interesantes. Por ejemplo, aumentar el consumo de pescado, que es rico en Omega 3, será beneficioso, no solo por aumentar la ingesta de este ácido graso y de este alimento saludable, sino porque a su vez estará desplazando el consumo de carnes rojas; igual que desayunar un yogur con fruta y un puñado de nueces puede hacer que estemos dejando de desayunar cereales azucarados.
Además la cantidad de Omega 3 que encontramos en los suplementos, aunque tendemos a pensar que es alta porque debería estar de forma concentrada, en realidad es mucho menor de la que podemos obtener tomando un filete de salmón. Pero claro, entonces no hay negocio, así que interesa difundir los beneficios de los suplementos.
Conclusión
Este es otro de esos miles de ejemplos que hemos visto donde lo importante no es centrarnos en un nutriente aislado sino en el alimento en su conjunto y nuestra alimentación en general. Incluir en nuestra alimentación alimentos ricos en Omega 3 como los pescados azules (salmón, sardinas, trucha, anchoas o atún), frutos secos o semillas (nueces, semillas de chia o de lino) y vegetales (soja, espinacas o brócoli), va a tener un efecto más beneficioso sobre nuestra salud porque estamos basando nuestra alimentación en productos saludables.
