10 formas de mejorar tu digestión

10 formas de mejorar tu digestión

¿Quién no ha sufrido alguna vez problemas digestivos? Los problemas relacionados con la digestión son muy comunes y todos los sufrimos en algún momento, ya sea dolor abdominal, gases, hinchazón, acidez, reflujo, estreñimiento… todos son bastante incómodos y molestos y pueden llegar a quitarle placer a la comida, por eso, mejorar nuestra digestión debería ser uno de nuestros principales objetivos.

La digestión es un tema complejo y estos problemas digestivos no siempre tienen que ver con los alimentos que comemos. El intestino presenta muchísimas terminaciones nerviosas, por lo que muchos expertos lo definen como nuestro segundo cerebro. Esta gran red neuronal hace que nuestro estado de ánimo y estilo de vida estén estrechamente relacionados con nuestra salud digestiva. Lo que, sobre todo en estos tiempos, tiene consecuencias.

10 Formas de mejorar tu digestión:

1. Masticación

El proceso digestivo empieza en la boca, donde se combinan la digestión mecánica (masticación) y la química (enzimas). Cuanto más masticas, rompes el alimento en trozos más pequeños y, por lo tanto, las enzimas de la boca y del estómago tienen más superficie sobre la que trabajar. Por ello, masticar bien es uno de los pasos clave para mejorar la digestión. Sin embargo, mucha gente mastica un par de veces y traga. Haz el esfuerzo de masticar bien y sin prisas. De esta forma, además, el alimento estará más tiempo expuesto a la saliva.

2. Hidratación

Estar bien hidratado es fundamental para el buen funcionamiento de nuestro organismo, pero tiene un papel especialmente importante ayudando con la digestión y la eliminación. El agua mueve la comida por el intestino, ayudando a su eliminación. Por ello, no beber suficiente agua suele ser una de las principales causas del estreñimiento. Bebe bien de agua especialmente entre las comidas.

3. Probióticos

La microbiota intestinal juega un papel muy importante en la digestión. Desajustes en esta (mayor cantidad de bacterias malas que buenas) pueden provocar inflamación, hinchazón, estreñimiento, mala absorción de nutrientes… Los probióticos son bacterias buenas que ayudan a mantener el intestino sano. Estos son especialmente importantes para regenerar la microbiota intestinal por ejemplo cuando se ha estado tomando antibióticos. El kéfir y otros alimentos fermentados son alimentos que contienen este tipo de bacterias.

4. Fibra

Las bacterias buenas que acabamos de mencionar se alimentan de fibra alimenticia. Llevar una alimentación rica en verduras, frutas, legumbres y frutos secos es fundamental para una microbiota sana. Además, la fibra ayuda a aumentar el tamaño de las heces y a facilitar su movimiento y eliminación. Si no consumes mucha, es mejor incorporarla poco a poco porque puede producir malestar si no se está acostumbrado. Y no olvides la importancia de beber agua. Si no hay suficiente agua, la fibra tiene el efecto contrario.

5. Alimentos amargos

Los alimentos amargos ayudan a estimular los movimientos gástricos y estimulan la función del hígado y la secreción de bilis, la cual es necesaria para digerir bien las grasas.

6. Tés, infusiones y especias.

Estos productos ayudan a calmar los gases y otros problemas estomacales aumentando la actividad de las enzimas digestivas y, por lo tanto, acelerando la digestión.

7. Estrés

El estrés hace que el cuerpo esté en un estado constante de alarma. En este estado se deja de destinar energía a las funciones que no requieren inmediata atención, como la digestión. Puede provocar nauseas, acidez, diarrea o estreñimiento. Incluso se ha demostrado que la microbiota intestinal puede verse afectada por el estrés. Encontrar formas de reducir el estrés no solo mejorará tu digestión sino tu salud en general.

8. Ejercicio

Hacer ejercicio de forma habitual ayuda a la digestión y la eliminación. Además reduce el estrés, que como ya hemos visto también es un factor que influye en la digestión. Sin embargo, hay que tener cuidado y no hacer ejercicio de alta intensidad cuando aún se esta haciendo la digestión porque entonces el cuerpo destinará la energía a músculos y pulmones y no al estómago y esto puede causar malestares. Trata de hacer algún tipo de ejercicio que te guste todos los días, aunque solo sea dar un largo paseo a buen paso. ¡Lo importante es moverse!

9. Sueño

Durante el sueño es cuando el cuerpo se repara. La digestión, absorción y asimilación de nutrientes requiere mucha energía. Un sueño reparador asegura que el tracto digestivo pueda descansar y repararse. Además, la falta de sueño puede aumentar nuestros niveles de estrés y el cansancio que supone durante el día puede contribuir a los antojos de dulce y cafeína, que también afectarán al sistema digestivo. 

10. Bioindividualidad

Esto es algo que hay que tener siempre presente: cada persona es un mundo. Hay gente que los alimentos crudos los digieren peor que cocinados; gente que sin llegar a ser alérgico o intolerante tiene problemas para digerir algún alimento (el gluten y la lactosa son los más comunes); hay personas a las que comer carne o legumbres le supone unas digestiones más pesadas; y hay gente a la que le sienta mal la fruta después de comer. Esto no significa que sea la norma, ni que la alimentación ideal sea una que englobe todos estos casos. No podemos comer todos igual y lo que le sienta bien a tu vecino no tiene por qué sentarte a ti bien. Por eso, lo importante es aprender a conocer y escuchar a nuestro cuerpo para saber qué alimentos nos sientan bien y cuáles no.

¿Alguna vez has probado alguno de estos consejos para mejorar tu digestión? ¡Compártelo en los comentarios!

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