Mindful eating: en qué consiste y beneficios

Mindful eating: en qué consiste y beneficios

El mindful eating o “alimentación consciente” no es una dieta, sino una forma de enfocar nuestra alimentación. Proviene de la base del Mindfulness, una práctica que consiste en prestar atención plena a lo que pasa tanto a tu alrededor como dentro de ti, sin juzgar ni criticar. Esta actividad ha probado tener muchos beneficios, especialmente en una sociedad en la que el estrés está tan presente.

¿En qué consiste el Mindful Eating?

Siguiendo la base del Mindfulness, el mindful eating consiste en prestar plena atención cuando estamos comiendo. Algo que, parece que no, pero es bastante difícil y pocos lo estarán haciendo. Hoy en día comemos rodeados de constantes distracciones: televisión, móvil, trabajo, ordenador, estrés… Engullimos lo que tenemos en el plato rápido y sin pararnos a pensar en ello; y eso lleva a que al acabar no nos sintamos saciados del todo.

Las principales bases del mindful eating son las siguientes:

1. Comer sin distracciones

Para evitar esta desconexión con la comida, hay que intentar comer prestando atención a lo que tenemos delante. Saborea, huele, aprecia las distintas texturas de los alimentos… Al principio parecerá algo tedioso pero todo ello hará que termines por disfrutar más de la comida. A parte, tómate tu tiempo para valorar cómo te sientes antes, durante y después de las comidas. Observa qué alimentos te hacen sentir más saciado y con más energía; y cuáles te hacen sentir cansado o te producen peores digestiones. En conclusión: aprende a escuchar a tu cuerpo.

2. Comer cuando se tiene hambre

Por mucho que digan, no existe una regla que establezca que hay que comer 5 o 3 veces al día. Lo que hay que hacer es guiarse por nuestras señales de hambre y comer cuando el cuerpo lo necesita. De la misma forma, escuchando a nuestro cuerpo, podremos ser capaces de dejar de comer cuando nos sintamos saciados. En lugar de forzarnos a comer todo lo que tenemos en el plato, como es costumbre.

3. Controlar las emociones

Partiendo de la base anterior es importante diferenciar entre hambre real y emocional. Todos hemos experimentado ese momento de querer comer cuando en realidad sabemos que no tenemos hambre. Puede ser porque sea una costumbre que tienes, como comer algo dulce al terminar la comida o mientras ves la tele. Aquí hay dos opciones: o sustituirlo por algo saludable, como fruta, o cortar por lo sano. Los dos primeros días te apetecerá pero seguro que has tenido momentos en que no has podido permitirte ese antojo y no lo has echado de menos, simplemente porque no lo tenías al alcance o estabas distraído. Si estos antojos te aparecen porque un producto concreto está a la vista, es sencillo: sal de la cocina o no los tengas a la vista. O mejor, no los compres si sabes que no vas a resistirte sabiendo que están en casa.

Es común utilizar la comida para tapar otras cosas, como aburrimiento, ansiedad o tristeza; y lo que hacemos con los alimentos (por lo general no saludables), no es saciar a nuestro cuerpo sino a nuestras emociones. Es difícil cambiar nuestros hábitos alimenticios cuando estamos utilizando la comida como terapia para otras cosas. Por eso es importante lidiar con la raíz del problema y buscar alternativas, por ejemplo para mantener la mente distríada.

Pero si un día te das un capricho, es mejor disfrutarlo conscientemente, despacio y sin sentimientos de culpabilidad, que engullirlo. De esta forma evitaremos no sentirnos satisfechos y darnos el atracón. 

4. Comer despacio

Si comemos rodeados de distracciones es muy probable que comamos demasiado rápido y terminemos por comer de más y tengamos digestiones más pesadas. Al cerebro tarda unos minutos en llegarle la señal de que está lleno. Por eso es importante comer despacio para recibir esa señal en su momento y no cuando estamos a punto de explotar. Comer despacio también afecta a la saciedad. Si masticamos bien los alimentos, nos sentiremos más satisfechos tras las comidas, facilitaremos la digestión y tendremos más energía. 

Beneficios del Mindful Eating:

Después de esta explicación, estos son los principales beneficios que se le atribuyen a la técnica del mindful eating:

  • Aprender a comer cuando se tiene hambre y parar cuando se está saciado.
  • Disfrutar de los alimentos saludables y de cómo te hacen sentir.
  • Valorar cómo te hace sentir el comer alimentos no saludables.
  • Ayudar a perder peso.
  • Controlar emociones en torno a la comida.
  • Regular el estrés y el hambre emocional.
  • Observar cómo la comida influye en tu humor y energía.
  • Determinar qué alimentos funcionan mejor para ti y tu estilo de vida.

Espero que esta entrada te haya ayudado a comprender un poco mejor qué es el Mindful Eating y que te animes a probarlo y valorar sus beneficios por ti mismo 🙂

Photo by rawpixel on Unsplash

¡No te pierdas nada!

Signup now and receive an email once I publish new content.

I agree to have my personal information transfered to MailChimp ( more information )

Tu dirección de correo no será compartida y puedes cancelar la suscripción en cualquier momento.

Comparte