Dietas disociadas, ¿mezclar diferentes alimentos engorda?
En los últimos años se ha puesto muy de moda lo de no combinar ciertos alimentos con otros. Seguro que alguna vez alguien te ha dicho “no hay que mezclar X alimento con Y porque engorda más”. De esa premisa han surgido las dietas disociadas, que consisten precisamente en eso, en comer ciertos alimentos de forma separada para supuestamente perder peso y mejorar la digestión.
¿Es verdad que mezclar diferentes alimentos engorda?
No. Esta idea de que los carbohidratos engordan más si los comemos acompañados de proteína que si los comemos solos es completamente falsa. Para empezar, para que esta teoría fuese cierta, los alimentos deberían estar compuestos solo por un macronutriente. Es decir, contener solo hidratos de carbono, proteínas o grasa; y esto es muy difícil de encontrar en la naturaleza. Normalmente los tres están presentes en mayor o menor medida en todos los alimentos. Por lo que es prácticamente imposible no mezclar macronutrientes, incluso cuando solo ingerimos un alimento.
Segundo, la idea de que juntar alimentos empeora la digestión porque las enzimas que digieren hidratos (concretamente los almidonados) y proteínas se anulan entre sí porque necesitan distintos ambientes, es falsa. Como he dicho muchas veces, el cuerpo no es tonto. Las enzimas digestivas están especializadas y no dejan de hacer su trabajo porque estén otras presentes. Además de que llevamos juntando alimentos toda la vida sin que eso supusiese ningún problema.
Lo que sí ocurre es que juntar ciertos alimentos ralentiza la absorción de nutrientes. Un plato de espaguetis sin más se digiere y absorbe mucho más rápido que si lo acompañamos de verduras, proteínas o grasa. Pero ¿qué supone esto? Un aumento muy rápido de glucosa en sangre y, por consiguiente, una bajada rápida de esta al poco tiempo. Lo que llevará a volver a tener hambre al poco rato y a veces a experimentar una sensación de mareo o aturdimiento.
En cuanto a la idea de que no combinar alimentos ayuda a no engordar, es una contradicción en sí misma. Si se digiriese y absorbiese mejor, por lógica, esto debería significar que engordaría más; ya que asimilaríamos más cantidad de energía, es decir, calorías. No al contrario, como intentan hacernos creer los que defienden estas teorías.
En cuanto a la fruta, este tipo de dietas también recomiendan tomar la fruta sola y nunca mezclar frutas dulces y ácidas (volvemos a lo de las enzimas que necesitan distintos ambientes). Ya vimos aquí por qué no hay ningún problema en tomar fruta después de comer. Además, acompañar la fruta con algo de proteínas o grasas de buena calidad ayuda a controlar la glucosa en sangre.
Conclusión
La verdad es que no existe ninguna evidencia científica que respalde que mezclar los alimentos engorda y las dietas disociadas casi podrían meterse en la categoría de dieta milagro. Sí, como en todo, hay gente que la puede probar y bajar de peso a corto plato. Esto suele deberse a que, además de disociar, restringen ciertos alimentos y que comer así de forma prolongada se hace complicado y tedioso y acabas comiendo menos, por lo que también suelen ser son hipocalóricas.
También hay gente a la que combinar ciertos alimentos le puede sentar mal. Esto no significa que a todo el mundo le vaya a pasar. Cada persona es un mundo y cada uno tenemos que comer acorde a nuestro cuerpo.
Por lo tanto, no hay ningún problema en mezclar alimentos, pero obviamente, con cabeza. No es lo mismo comer un plato de pasta boloñesa que con champiñones, aunque en ambos casos estemos combinando la pasta principalmente con proteínas. Tampoco es lo mismo hacer la guarnición de un filete a base de patatas fritas que de verduras. Da igual que la idea de que las enzimas necesitan ambientes distintos para funcionar correctamente sea falsa.
Sinceramente, tendríamos que dejarnos de tanta tontería y preocuparnos más de la calidad de lo que comemos en lugar de cómo combinarlo.