¿Tomar huevos aumenta el colesterol?
Hoy en día son muchos los mitos que giran entorno a los huevos. ¿No se puede comer más de 3 o 4 a la semana? ¿Tomar huevos aumenta el colesterol? ¿Engordan? ¿Hay que comer solo la clara y desechar la yema? ¿Son mejores los blancos que los marrones? A continuación analizamos las bases de cada uno de estos mitos:
Mito 1. Tomar huevos aumenta el colesterol.
Todos sabemos que el huevo, en concreto la yema, es un alimento rico en colesterol. A pesar de ello, que el huevo aumenta el colesterol es una teoría bastante desfasada. Aún así, no es raro que los médicos recomienden reducir drásticamente su consumo si te detectan el colesterol alto. ¿Por qué es falso este mito? Como vimos en esta entrada, que el colesterol que comemos aumenta el colesterol en sangre, es otro mito más. La mayoría del colesterol en sangre se produce de forma endógena, es decir, lo fabrica nuestro propio organismo. Este colesterol tampoco es malo. Al contrario, se utiliza para formar las membranas celulares y algunas hormonas. Cuando consumimos más colesterol del que necesitamos, el cuerpo disminuye su producción para compensarlo.
Estudios han demostrado que el consumo de huevos no contribuye al aumento de las partículas de LDL (colesterol malo), aunque sí aumenta las de HDL (colesterol bueno), las cuales captan el colesterol de la sangre y lo llevan al hígado, donde es utilizado para formar la bilis y así se produce su eliminación.
Mito 2. El huevo engorda por su alto contenido en grasas y es más saludable tomar solo la clara.
Es cierto que el huevo es rico en grasas, pero la mayoría de estas son mono y poliinsaturadas, es decir, grasas cardiosaludables que, ya hemos visto que no impactan negativamente sobre el colesterol, sino que mejoran el perfil lipídico. En cuanto a la clara, esta es más rica en proteínas pero es en la yema donde se encuentran la mayoría de nutrientes. La yema del huevo contiene vitaminas A, D, E, B1, B2, potasio, hierro y fósforo y es rica en antioxidantes como luteína y zeaxantina, que ayudan a reducir las enfermedades oculares.
Mito 3. Son mejores los huevos blancos que los marrones.
El color del huevo da absolutamente igual. La única diferencia está en la raza de la gallina, que es lo que determinará el color, pero el valor nutricional de ambos es el mismo. De hecho, existen los huevos de color azul y verde pero, como este último no parecía crear mucho entusiasmo entre los consumidores, quien lo asociaban a que estaban en mal estado, ya apenas se comercializan. Sin embargo, son exactamente iguales que los otros.
Conclusión.
Como hemos visto, el huevo es un alimento muy saludable y, no solo no aumenta el colesterol sino que mejora el perfil lipídico, disminuyendo el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Apenas aporta 80 kcal y su alto contenido en proteínas produce un efecto saciante, contribuyendo a la pérdida de peso. Está claro que con esto no me refiero a que no pasa nada por tomar un huevo frito todos los días, pero no hay problema en consumirlos diariamente sometiéndolos a otros métodos de cocción.